«Bogotá no solo votó para que la ciudad cambie en los próximos cuatro años, sino para que esta generación cambie a toda nuestra sociedad», dice Claudia López, la nueva alcaldesa de la ciudad de Bogotá, que marca un hito histórico al ser la primera mujer de la comunidad LGBTI que ocupa el segundo cargo público más importante en Colombia.
Politóloga de profesión, la nueva alcaldesa llega al poder liderando la coalición conformada por su partido Alianza Verde, que promueve las propuestas ambientales en la defensa y conservación de la biodiversidad, y el izquierdista Polo Democrático Alternativo.
En su primer encuentro con la prensa tras su elección, agradeció a la ciudadanía que le dio mayoría en el Concejo de Bogotá y enfatizó que tendrá un gobierno abierto, participativo, que escuchará, concertará, dialogará y que explicará con respeto a sus ciudadanos cómo va empezar a abordar los múltiples desafíos que hay. “No tenemos una varita mágica, pero sí comprensión y esfuerzo colectivo”, añadió.
Hija de una profesora y un comerciante, López, la mayor de seis hermanos, es consciente de de cuánto cuesta en su país acceder a una educación pública de calidad, un problema que aborda con prioridad en su plan de gobierno y que estudió a profundidad cuando llevó cursos de posgrado sobre gobernabilidad en Estados Unidos.
Claudia pudo formarse profesionalmente gracias a créditos y becas estudiantiles. Por ello durante la campaña electoral propuso que su gestión garantizará el mayor número de cupos para educación superior de la historia con conexión directa al empleo o emprendimiento.
La figura de la nueva alcaldesa destaca también por su compromiso medioambiental: en su campaña no sólo prometió convertir a la capital colombiana en una ciudad jardín sino que se plantea impulsar activamente la cultura del reciclaje, la generación de energía con residuos sólidos y el uso de buses eléctricos.
Con un perfil marcadamente reformista, su prioridad, dijo, será atender de fondo el malestar por la corrupción, por la impunidad, por las injusticias sociales que hay en Bogotá. Este combate a la desigualdad y la discriminación es una preocupación que comparte con su pareja, la senadora Angélica Lozano, con quien pretende impulsar políticas que promuevan la cultura ciudadana, la educación de calidad y la igualdad, para superar, derrotar y desaprender el machismo, el racismo, el clasismo, la homofobia y la xenofobia.
Claudia López no sólo ha construido una amplia carrera política, también ha hecho periodismo en la revista Semana, el diario El Tiempo y la plataforma La Silla Vacía. Durante la segunda mitad de la década de los 2000 el nombre de la ahora alcaldesa electa se hizo más conocido gracias a sus investigaciones sobre el escándalo de la parapolítica, que reveló vínculos entre políticos y paramilitares colombianos.
En su trabajo reveló que fueron los dirigentes políticos quienes acudieron en ayuda de los paramilitares en las regiones en las que operaban, en un intento de no perder el control en un contexto de descentralización política y administrativa. Sus publicaciones, sus columnas de opinión y contribuciones en diferentes medios de comunicación, convirtieron a López en un símbolo de la lucha contra la corrupción en Colombia.
Trayectoria académica y política
Estudió Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales en la Universidad Externado de Colombia. Años más tarde realizó una maestría en Administración Pública en la Universidad de Columbia, en Nueva York. Más adelante, llevó un doctorado en Ciencia Política en la Universidad de Northwestern, en Chicago. En sus años universitarios jugó un papel importante en la iniciativa del movimiento estudiantil la Séptima Papeleta.
Claudia se inició políticamente en los comicios presidenciales de 2014, cuando postuló e ingresó al Senado. Cuatro años después, en las elecciones en las que resultó elegido el actual presidente, Iván Duque, fue la candidata a la vicepresidencia de Sergio Fajardo con la Coalición Colombia
Escribe: Joselyn Leyva