“Incluso si nunca tienes la posibilidad de ver o tocar el océano, el océano te toca con cada respiración que tomas, cada gota de agua que bebes, cada bocado que consumes. Todos en todas partes del mundo estamos íntimamente conectados y dependemos totalmente de la existencia del mar. ” – Dra. Sylvia Earle
En la confluencia de la fría corriente de Humboldt y la cálida corriente tropical de Ecuador, donde se encuentra la mayor cantidad de biodiversidad marina del Perú, nueve expedicionarios de distintas nacionalidades y profesiones emprendieron una misión: explorar el Mar Pacífico Tropical del Perú.
Esta expedición no solo trajo resultados científicos importantes, sino también una gran sorpresa en el mundo submarino peruana: una mayoría de mujeres en el grupo de exploradores subacuáticos. La novedad es gratificante para todas las mujeres marinas y aleccionadora para los que siguen considerando el buceo como una actividad masculina.
Uno de los prejuicios en esta actividad, lamentablemente todavía muy arraigados en países como el nuestro, se relaciona con la fuerza. El ‘argumento’ es que no podemos cargar tanto peso como los hombres. Cada tanque de buceo pesa 12 kilos, además de los plomos que rondan los 10 kilos por persona. Lo que significa que sí, la operación es tediosa pero solo se requiere tener buenos brazos y disposición. Cada vez que he visto a una mujer buzo en Perú o en cualquier otro lugar del mundo, trabajan igual que los hombres y cargan dos tanques y sus plomos, sin problema.
Lo que sí tiene sustento como diferencia biológica es que las mujeres tenemos pulmones más pequeños, lo que significa que necesitamos menos aire y por ende administramos mejor nuestra reserva en el tanque. Resultado: nosotras podemos durar más tiempo bajo el agua, efectivizando el trabajo y alargando el disfrute.
En Perú hay muy pocas mujeres buzos y aún existe discriminación en la elección de mujeres buzo sobre todo en el terreno científico y exploratorio. Por eso, es importante compartir quienes integraron esta expedición y como ellas son ejemplo de que esos prejuicios no tienen fundamento:
Alex Rose (USA), es magister en biología acuática, fotógrafa, exploradora, buzo, editora principal de Ocean Geographic Explorers y redactora de reportajes científicos. Además es violinista y compone su propia música para los videos submarinos y exposiciones que realiza alrededor del mundo. Protege el mundo marino a través del buceo, la escritura, la educación e investigación.
Kristin Paterakis (USA), magister en antropología, trabajó en Baja California Sur, México, estudiando la relación entre los tiburones y los pescadores artesanales dedicados a la pesca de esta especie. Usa la etnografía visual para contar los resultados de sus investigaciones, es videografa submarina y productora de la serie de TV “Changing Seas”, ganadora de un Emmy, dedicada a la difusión de la ciencia y conservación. Instructora de buceo, certificada en buceo técnico y de cavernas.
Por supuesto ambas podían cargar sus tanques.
La menor de todas, la siempre sonriente Nicole Yumang Guintu (USA), piloto de OpenROV, un drone submarino que puede sumergirse hasta 100 metros de profundidad, duplicando la capacidad que tiene un ser humano de sumergirse con tanques de aire comprimido. Esto permitió conocer un territorio inexplorado en el Perú y ampliar la investigación científica de nuestra biodiversidad.
Nina Pardo (Perú), es una de las mujeres precursoras en el cuidado del océano en el Perú. Colaboró en la ley que prohíbe el consumo de delfines, así como en campañas para crear áreas marinas como la Reserva Nacional Sistema de Islas, Islotes y Puntas Guaneras, y en la denominación del Mar Pacífico Tropical como un “Hope Spot” (Punto de Esperanza) a nivel mundial. Además contribuyó en la reciente designación de la pesca en veleros artesanales como Patrimonio Cultural.
La quinta mujer del equipo fui yo, Denisse Sotomayor, periodista, fotógrafa submarina, profesora y buzo. Tengo más de 500 buceos y es la primera vez en el Perú que comparto agua con otras fotógrafas submarinas, así que no pude haber estado más agradecida de aprender de estas cuatro profesionales apasionadas del océano que luchan en superficie para proteger las profundidades. Y que contribuyen con su experiencia y conocimiento en la creación del Mar Pacífico Tropical como un área protegida.
En el mundo del buceo recreativo los hombres ocupan casi el 70% de certificaciones y puestos de trabajo. Para disminuir esa notoria brecha, distintas organizaciones impulsan la relación de las mujeres con los océanos,. “Girls that Scuba” es la comunidad femenina de buceo más grande del mundo y las becas de “The Woman Divers Hall of Fame” permiten el desarrollo profesional en el mundo del buceo, arqueología submarina, biología y el registro subacuático.
El buceo, la fotografía, la exploración y la ciencia son puestos históricamente ocupados por hombres y en estos tiempos de lucha por la paridad de género nos toca, a nosotras, las mujeres, educar para eliminar los estereotípicos y prejuicios. Inspirar a más mujeres y niñas a explorar, disfrutar de la ciencia, las artes visuales, la aventura y el mar. Difundir y promover eventos históricos, como el que acaba de suceder en nuestro país con esta expedición. Visibilizar esta diferencia, trabajar para reducirla y actuar como líderes femeninas sobre y bajo el agua.
Denisse Sotomayor