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Mujeres Que Transforman es una plataforma que busca visibilizar los emprendimientos que realizan las mujeres en el Perú, así como las problemáticas y desafíos al que se enfrentan día tras día.

Maritza Alva, el arte de liderar una carrera con causa

Una vez al año en tierra de Calzada, Moyobamba, un evento pone en movimiento a toda una comunidad. Lo que empezó como un pequeño grupo con una gran ilusión de cambio, es ahora una creciente marea de voluntades y manos que trabajan por un mismo objetivo: generar bienestar para la juventud a través del deporte y el trabajo colectivo. La iniciativa de unir solidaridad y deporte se llama Morro Xtrem, surgió de Tangarana y  de Maritza Alva Guzmán, su fundadora.

Gestora incansable de sueños propios y ajenos, Maritza, riojana de nacimiento, moyobambina de corazón y ciudadana del mundo por elección es una mujer con la energía siempre a tope, los objetivos claros y una vocación social materializada en pasos firmes.

Desde que dejó el Perú hace más de 30 años para buscar oportunidades lejos de un escenario de crisis política y violencia, el destino la ha sorprendido más de una vez con caminos inesperados y momentos difíciles. “ Me fui a los 12 años a estudiar a Lima y a los 20 me fui para Barcelona. Dejar a tu familia, a tu lugar, para empezar lejos es duro. Pero es parte de la vida esto de saltar obstáculos y seguir adelante. Ahora ya no tengo que pensar en encajar. Ya sé cuál es mi camino”, reconoce Maritza que convirtió cada adversidad en una lección y cada paso adelante en una motivación para crecer y compartir lo aprendido. Ella eligió hacerlo volviendo la mirada hacia el lugar donde creció.

A través de Tangarana, la organización que fundó hace poco menos de cinco años en Moyobamba, Maritza ha logrado movilizar a un amplio grupo de personas no solo en la zona sino entre los extranjeros que comparten el proyecto con ella. Desde Barcelona y Zurich, sus lugares de residencia desde que dejó Perú, llegan hasta Calzada cada año para participar en una competencia con propósito solidario: el Morro Xtream, una carrera nocturna de ascenso al morro en la que se suman las presencias y los entusiasmos por un objetivo posible: obtener recursos para financiar becas de estudio a jóvenes de la región.

Hacer crecer un proyecto que empezó como la iniciativa de un grupo de amigos no ha sido una tarea fácil. Ha requerido mucho trabajo y no pocos quebraderos de cabeza para que los recursos no falten y las esperanzas no se extingan. Pero ella no esquiva los retos ni le tiene miedo a las grandes ambiciones. La suya es que Moyobamba con el aporte y trabajo de su propia gente pueda dar a sus nuevas generaciones la posibilidad de contrarrestar la pobreza.

“Trabajamos todo el año no solo en nuestro evento principal, el Morro Xtrem, sino en una serie actividades que buscan dar a chicos y chicas mejores alternativas, de estudio, de aprender un oficio, de vincularlos al deporte y sus valores”, dice Maritza convencida del poder de la voluntad y el trabajo en equipo para alcanzar las metas trazadas.

https://youtu.be/fh__zuqIob0

En esta búsqueda de transformar y aportar a la sociedad Maritza no se ha detenido en apuestas. Tangarana tiene, además, un programa  en TV donde  difunde  contenidos relacionados al proyecto. La idea que la impulsa es crecer, pero sobre todo, fomentar una nueva cultura local, la de la comunidad como valor, la de la comunicación como herramienta y la del trabajo como bandera. Por eso no escatima en esfuerzo ni en tiempo dedicado a pensar cómo hacer más. Por eso también se animó a plasmar su experiencia y recorrido en Con un pie en cada lado, su primer libro y el inicio de una aventura más guiada siempre por la misma convicción: querer es poder.

En 2019, el Morro Xtrem logró convocar alrededor de 1000 participantes y un buen grupo de voluntarios llegó desde varias partes del mundo. El equipo de voluntarios en el que predomina la presencia de mujeres de la zona es el gran motor de la organización y el mejor apoyo para Maritza. Para el evento, un grupo grande llega desde Lima. Otro, desde Europa. Pero los preparativos han empezado desde mucho antes y la actividad es permanente durante los 365 días del año.

Durante los días que dura el evento se respira mucho más que amor al deporte: hay trabajo en equipo, disciplina para cumplir las tareas encomendadas, creatividad para resolver problemas, perseverancia para llegar a la cima, resistencia para vencer el cansancio. Todo se contagia de entusiasmo. El gran logro es compartir y hacer posible el objetivo solidario. Y para eso se puede participar de distintas maneras: ya sea con la maleta cargada de aportes con la que cada visitante llega a Moyobamba, o con el tiempo y las ideas para organizar cada actividad, cada feria, cada paso previo de cara al día de la gran carrera.

No hay edad mínima ni límite posible para los que quieren sumar. Cada participante encuentra su lugar y su ritmo en medio de la dinámica grupal. Y también su propio reto personal al momento de correr. El camino y la carrera pueden sorprender de muchas maneras. Al final de cada jornada y al final del viaje, la mayor satisfacción será no solo llegar a la meta o haber cumplido con una misión concreta sino haber sido parte de algo grande que queda como enseñanza y como inspiración.

Escribe: Claudia Blanco

Vídeos: Carlos Ormeño

Fotos: Centro Excursionista Tangarana