Antonio Orjeda es periodista y autor de Mujeres Batalla, libro donde reúne 30 entrevistas a mujeres que han impactado de manera positiva en su comunidad. Hay nombres conocidos como Gisela Valcárcel, Inés Temple o Meche Correa, pero sobre todo, hay mujeres que estando alejadas de lo mediático inspiran por ser emprendedoras sociales, ejecutivas e innovadoras que arman su propia revolución: visibilizar su esfuerzo e inspirar a otras mujeres para que sigan su camino.
Que Orjeda haya escrito el libro no es un dato menor. En su carrera como comunicador entrevistó para un diario de circulación nacional, y luego para su propia revista, a más de 500 mujeres batalla. De ellas recogió experiencias de vida: caídas, retrocesos y miedos, pero también, esa forma aguerrida de salir siempre adelante. Más allá de las historias que el periodista publica bajo el sello de la editorial Panamericana ¿Qué lecciones le han dejado estas luchadoras en su vida?, le preguntamos.
“Entrevistar a estas mujeres me cambió la vida”, dice Orjeda, sentado en su casa de Miraflores. “Me hizo un mejor hombre. Aprendí mucho ”, insiste, y toma el libro entre sus manos. Orjeda aprendió de coraje: el que ellas han tenido para sacar adelante a sus familias desde sus oficios; de dinamismo para ser mejores; y también de inspiración pues–sin quererlo- esas historias se convierten en ejemplo para otras mujeres.
Simbolismos
La portada del libro de Orjeda es especial. Como foto de carátula aparece una niña con la camiseta de Perú. La imagen es potente. Una niña o un niño reflejan esperanza y futuro. Pero para el periodista el simbolismo es mayor. La de la foto es su hija, Miranda, de nueve años, una pequeña que ha visto cómo se ha creado este libro. Acompañó al escritor a algunas entrevistas, la pequeña se hizo amiga de algunas entrevistadas y absorbió las lecciones de estas lideresas.
“Mujeres Batalla me ha dejado un compromiso: ser un mejor hombre. Sobre todo ahora que me he convertido en el referente masculino para mi hija. En esta coyuntura donde hay tanta violencia y sabiendo que Miranda tendrá que enfrentar ese mundo agresivo, acepté hacer una nueva versión del libro (su primera versión fue publicada en 2007). Ahora mi hija me pregunta “¿Papá, si soy una mujer batalla me entrevistarás?” Yo le respondo que sí”, cuenta –feliz- Orjeda, sabiendo que este libro – a través de sus historias- puede servir de ejemplo, ahora que las mujeres están encaminadas a nivelar el piso y dispuestas a luchar por un mundo donde prime la equidad, se combata la desigualdad y se rechace la discriminación de género.
Lucha diaria
Pero a todo esto, para el autor, ¿qué es una mujer batalla? “Es una mujer que se atrevió a cumplir sus objetivos”, dice.
Algunas Mujeres Batalla que aparecen en el libro son: Liliana Mayo, la creadora del colegio Ann Sullivan del Perú, que se considera una optimista radical. La maratonista Inés Melchor, que supo colocarse en lo más alto de su carrera como deportista y asegura que la vida le ha enseñado a ser más fuerte. También está la historia de Magaly Silva, la mejor tamalera del Perú quien invita a no dejar de soñar. O Sonia Morales, la cantante folclórica que huyó de su casa, terminó el colegio en una nocturna, salía de sus clases e iba volando a hacer sus espectáculos, hasta convertirse en un referente internacional de la música andina peruana.
En el libro aparecen mujeres que son líderes, innovadoras, emprendedoras. ¿Es ese el nuevo perfil de la mujer peruana?, le preguntamos al periodista, graduado por la Universidad de Lima.
“Yo no diría que es el nuevo perfil. Lo que pasa es que nunca les habíamos prestado atención”, cuenta. “Todos tenemos mujeres batalla en nuestra vida, y no están determinadas por la instrucción, no tienen que ser lideresas, con un carácter avasallador, no. Hay quienes tienen ganas de salir adelante porque tienen que llevar la comida a sus hijos e inspiran. Pero no todas son así.”, dice Orjeda sobre este libro que tiene su origen a inicios de siglo.
“Yo saqué muchas de estas entrevistas en el diario El Comercio en el 2004. En aquellas páginas aparecieron, semana a semana, mujeres valiosas. Por eso digo. No es que recién sean batalla, siempre lo han sido y lo serán. Eso es lo positivo”, dice. Y no se equivoca.
Texto y fotos: David Gavidia